COMO MOLDEAR LA CONDUCTA DE SU
HIJO
Cuando
hablamos de buenos modales, disciplina y formación en valores tendemos a pensar
que unos son sinónimos de otros y en realidad son cosas completamente
diferentes.
Crear un
hábito significa enseñar buenos modales, costumbres, rutinas y normas de
comportamiento.
Los hábitos
sólo se logran a través de la repetición constante y la perseverancia. Y para
lograr inculcar esto en tu hijo necesitarás armarte de mucha paciencia.
Porque si eres capaz de lograr esto le ayudarás a que tu hijo pueda establecer
en el futuro relaciones interpersonales exitosas.
Otro de los
elementos claves aquí es el ejemplo. Recuerda que la mejor manera de lograr que
tus hijos adquieran buenos hábitos es darles ejemplo. No podemos intentar inculcar
algo si no somos capaces de demostrarlo con buenos ejemplos. Tu hijo nunca
aprenderá si tu no le enseñas con tus propias acciones.
Los adultos
debemos aplicar lo que exigimos y tratar de cambiar nuestros malos hábitos;
porque corremos el riesgo de que estos sean imitados más fácilmente.
A
continuación encontrarás algunos consejos que te ayudarán a inculcar buenos
hábitos a tus hijos:
Dale a los
hábitos la importancia que se merecen. Por ejemplo, si tu hijo adolescente está
llegando tarde a casa cada vez que sale con sus amigos; no le pelees porque
tiene desordenada su habitación. En este momento es más importante enseñarle a
asumir con responsabilidad sus salidas que preocuparse por su desorden.
No corrijas
siempre los malos modales. Si están juntos en la mesa, aprovecha este tiempo
para conversar y compartir. A veces se puede pasar por alto un codo en la
mesa si todos están pasando un momento agradable.
Todos deben
colaborar. La mejor forma de acostumbrar a los hijos a ordenar y a ser
responsables con sus objetos es cooperar todos en el aseo de la casa. Desde
pequeños puedes enseñarles a poner los juguetes en su lugar. Si solo mamá
arregla la casa mientras papá descansa, cuando los niños sean
mayores si son varones esperarán a que su esposa realice las labores y si son
mujeres sentirán que las labores de la casa son solo su responsabilidad. Cuando
los niños ven que todos recogen la mesa y lavan los platos, entienden que es
parte de la convivencia y cuando crezcan no será necesario decirles que ayuden
en los quehaceres del hogar.
Siempre de
buen humor. Lograr que tus hijos se laven los dientes o el cabello puede
convertirse en una pesadilla si te lo tomas muy en serio. Lo mejor que puedes
hacer es enseñarles estos hábitos a través de canciones, juegos o historias
donde la crema de dientes, el cepillo y la caries sean personajes de esta
historia.
No sufras.
Si tu hijo no come, créeme en algún momento del día lo hará. Tu hijo no se
dejará morir de hambre.
Repetir y
repetir. Cuando las buenas y malas conductas se repiten, se convierten en
hábitos. Mientras más rápido vinculemos al niño en la rutina familiar,
más pronto aprenderá.
Las rutinas son aliados. Los hábitos se adquieren más fácilmente cuando
se practican todos los días de la misma manera y en el mismo orden. Puedes
empezar a establecer rutinas al momento de dormir. Es decir, que primero se
lave los dientes, se ponga la pijama, lean un cuento y listos para dormir.
¡Que tenga buen día!